POMBERO
(Mito de la noche)

El pombero es el personaje mas comentado y temido y su vigencia es permanente en todo el Paraguay, muy especialmente en la campaña. Es un misterioso mito de insondable presencia y de constante roce con el hombre, a quien observa y vigila en la hora nocturnal, haciéndose sentir de mil maneras. Es el karai pyhare (señor de la noche). "Si, no hay que mancillar su nombre de pombero y menos comentar que su fornido cuerpo es raro de pelo, podría irritarlo", así oímos comentar a nuestra gente campesina de la región sureña. En cambio, en otras regiones del país, se le cree un ser muy peludo. A los niños les está prohibido decir pombero, sobre todo por la noche, hora propicia en que él vigila, escucha y escudriña con ojos avizores, mimetizado en cualquier rincón oscuro.

El tatakua (horno campesino) suele ser refugio predilecto de nuestro personaje. Desde allí espía y escucha todo lo que ocurre en el hogar elegido. En las noches de "amenazo" (amenaza de lluvia), suele ser mas persistente en sus andanzas.

Imita al potrillo, al pollito. Se desliza entre la maleza, silencioso y vivaz, brillándole los ojos de astucia diabólica. Invisible a ratos, conoce el secreto de convenirse en tronco o matorral en los fugaces momentos en que el relámpago rasga las tenebrosas tinieblas. Sus silbidos prolongados hacen estremecer de pavor a los nativos; se mezclan con los confusos chirridos que parten de la espesura, denunciando su tímido paso por los campos en sombra. Es el ñandu kavaju (tarántula), afirman los incrédulos; pero pronto lo desmiente con el veloz desplazamiento de su penetrante silbo, imposible en la pequeña araña. Imita luego al ñahana y el grito lastimero del karu, ave negra zancuda, para alejarse en la noche con crujir de ramas rotas, seguido de la suspensa atención de los estremecidos habitantes del lugar. Su amistad es valiosa y fácil de conquistar. Basta con dejarle un trozo de nako (tabaco para masticar) en un angu'a (mortero).

Como retribución, encontraréis un pindorope (vaina de la flor de la palmera) lleno de eirete (la rubia miel silvestre). Además ser el celoso guardián de vuestros caballos, en los largos viajes por las regiones desiertas. No temáis en la noche los lugares de "peligro",él será vuestro invisible compañero y, a ratos, escucharéis el rumor apagado de sus pasos o sus imitaciones de pájaros y reptiles, en la maleza cercana. Pero seréis desgraciados si faltáis a vuestro compromiso. Pombero no perdona y su venganza puede ser fatal. Vuestro perro será la primera víctima: amanecerá loco.

Se dirá que fue tocado por el pombero: "pombero opoko hese". Su contrariedad la manifestará con el remedo del kara-kara (ave de rapiña). Si en su plan de venganza abriga el deseo de matar, lo anunciará con el relincho del kavaju ra'y (potrillo) ; luego, estremecido de ira por el engaño, se deslizará entre las sombras para desatar el montado o los terneros del que lo burló, abrirá el "chiquero" o corral o arrojará piedras sobre el techo de vuestra casa. Fácil es ahuyentarlo en estos casos. Con sólo proferir una queja de dolor, diciendo que se padece de "buba" (botón de Oriente) ya no molestará más. Podréis salir de noche con tranquilidad pues miedoso de la enfermedad, no volverá a merodear por los contornos. A veces, sin embargo, es vencido por las tentaciones de la civilización, enemiga de su vieja cultura.

Lo seduce el bello cuerpo de una mujer o la brillantez de algún objeto, que robará luego. Entonces pierde su poder de volverse invisible y es posible dar con su rostro.¿Qué buscará este horrible señor de las tinieblas? Será en verdad el enviado de la misteriosa Mba'evera guasu?... la ciudad luminosa de las leyendas indígenas, que se creía escondida en el noroeste, más allá de Corumba hacia el Amazonas, o que fue sumergida por el océano en la perdida Atlántida?. O será el espíritu de la raza ausente, indoblegable al sometimiento de los rubios pytagua (extranjero), que busca tenaz su libertad perdida?. No lo sabemos, pero en los campos paraguayos, cuando la negrura nocturna abruma la tierra y nacen a la vida los rumores y silbidos de los misteriosos pobladores de la noche, se adivina en la presencia cautelosa del karai pyhare a los antiguos señores de esas bellas regiones espiando desde la sombra a los temidos extranjeros blancos, que impusieron su imperio dominador sobre sus ricos yerbales y sus campos sin límites, arrojándolos a ellos a las tinieblas de un continuo ambular.

Juan B. Ambrosetti en su libro "Supersticiones y leyendas", en la página 52, al referirse al pombero o kuarahy jara (dueño del sol), dice: " según me ha comunicado el agrimensor nacional, señor Juan Queirol, en algunas partes de Corrientes tienen la leyenda del kuarahy jara (dueño del sol) o pombero, que no es, a mi modo de ver, sino una modificación de la de Jasy Jatere, como la del ka'a pora lo es de la ka'a jarfi. El pombero o kuarahy jara es un hombre alto y delgado, que llevan un grandísimo sombrero de paja, y una caña en la mano, y así recorre los bosques a la siesta, cuidando de todos los pájaros, pues es su protector. Si a esa hora halla muchachos entretenidos en cazarlos, los arrebata y se tos lleva; de modo que las criaturas, por temor a él no se alejan de los ranchos y sus padres pueden dormir tranquilamente la siesta, sin cuidado de que nada les suceda".

Nos rebelamos ante los datos falsos que se difunden, pues crean la confusión entre los diversos mitos guaraníes, y más en este caso particular por tratarse del sabio Ambrosetti, merecedor de nuestro mayor respeto, a quien rendimos nuestro homenaje de aprecio y admiración, por haber dedicado parte de su valiosa existencia a investigar una materia muy cara a nuestro corazón.

Admiración, no obstante, que no nos inhibe de señalar el error en que ha incurrido, para evitar en lo sucesivo que se sigan difundiendo datos equivocados, como lamentablemente ocurrió con nuestro gran Eloy Fariña Nuñez. Influido por el prestigio de Ambrosetli, en su obra "Mitos guaraníes" página 210, entre otras cosas, el poeta dice: "...el cuarahy jara, dueño del sol, todo rojo y cubierto con un gigantesco sombrero de paja, vagamente protector de los pájaros...". En la página 211 agrega: "el rasgo característico del pombero es un gran sombrero de paja". "hay una especie de pombero que solo parece una vez al año y se le llama "el dueño de octubre". (En ningún caso, al pombero se lo puede considerar como personaje diurno; su vivencia siempre es noctuma, de ahí su sobrenombre en la lengua guaraní: karal pyhare (señor de la noche).

Realizado por: Victor I. Vera Cabrera. 
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