Este monstruo tenía cuerpo similar a la oveja, cabeza de oso y patas terminadas en grandes y potentes garras. su aspecto era terrorífico. Perseguía y devoraba a los cazadores y personas que se aventuraban en la selva. El único modo de salvarse de su acometida era trepando a un pindo, árbol sagrado, dado por Tupâ Rupa‚ para nutrición y auxilio de la gran familia Guaraní; (diluvio, por ejemplo).
De subirse a otra especie, los Ao-Ao los acorralaban y hacían caer el árbol excavando las raíces con sus potentes garras mientras emitían ladridos. Vivían en manadas en bosques y serranías de la región Oriental.La denominación de Ao-Ao es de origen onomatopéyico. La tendencia agudizante carga la emisión tónica en la partícula final. Trocándola logramos reconstruir el eco de un lejano ladrido, e1 que proferían estos seudo duendes según la versión del mitogénesis.
Pero también Ao-Ao refiere a un ser vestido, excesivamente cubierto. La relación dice parecer a una oveja. El nombre tanto acomoda a la onomatopeya como a la pelambre. El animal existe en la realidad zoológica, según afirman serios investigadores. En todo el país y los de habla Guaraní, este animal es conocido como ovecha-kaaguy. Aún debe procederse a su clasificación científica en la fauna de la América mesopotamica, especialmente en Paraguay.
Se han ocupado de este raro espécimen Moisés Bertoni y León Cadogan, diciendo este último que aún devora personas entre las piedras del Yvytyrusu. Es comprensible que aún no se haya logrado echar mano a este animal peregrino, la bestia ignota del solar Guaraní. Saben de ellos los Chulupi y los Mbya de las selvas del Monday y Mbaracaja con las referencias recogidas en el terreno, se ha logrado plasmar una aproximación mitozoomórfica. Su confomación se presta magníficamente a una tesitura legendaria, como la que acertadamente propusiera Rosicrán.